Hace unos minutos acabo de ser testigo de un acontecimiento en la Twittósfera: el #speedygate. Resulta que Luis Carlos Burneo (más conocido como Henry Spencer) colgó en su blog un video en el que comentaba una experiencia que había tenido con la empresa de telefonía Telefónica, en la que dejaba al descubierto la preferencia que tenía esta para ofrecer un servicio inmediato a un personaje relativamente público (como sabemos Burneo es un conocido videoblogger y tiene un pequeño espacio de unos minutos en el noticiero 90 segundos de canal 2).

Ante esto, alguien creó una cuenta en Twitter, desde la cual atacó a Burneo comentando que éste pone publicidad de otra empresa de telefonía en su blog y que lo que ha hecho tiene intereses ocultos. Lo cierto es que este tema generó una ola de tweets que lo único que hacen es dibujarle una raya más al historial de la empresa española en nuestro país y dar cuenta de todo el maltrato que el consumidor sufre a diario al hacer un reclamo. Mayor fue la sorpresa al descubrir que esta cuenta tenía relación con otra, a nombre de una persona que trabaja en Telefónica (y que por cierto fue el primero en llamar a Burneo para ofrecerle una solución a su reclamo) y que defiende a su empleador (lo cual es muy respetable, por cierto). Aquí la prueba: http://twitter.com/jkusunoki/status/9357414558

El debate, entonces, iba tomando forma. Burneo había recibido mayor atención de la empresa al momento que twitteó su reclamo. En ese momento fue cuando empezó a recibir el trato preferencial y también cuando decidió colgar el video con la denuncia. El tema entonces sufrió un pequeño cambio: la empresa en cuestión también nos monitorea en la web.

Desde mi punto de vista, si el hecho de monitorear este tipo de reclamos en la web ayuda a elevar la atención al cliente de una empresa, que sea bienvenido. Sin embargo, eso no borra la pésima atención que debemos soportar los usuarios (quienes somos finalmente los afectados) al momento de hacer un reclamo a la empresa, que puedo asegurar que ni en España la quieren.

Hace poco, la noticia era que Telefónica quería cobrarle a Google (y a otros buscadores) por hacer uso de sus redes de internet (WTF). El anuncio lo hizo el propio mandamás de Telefónica, César Alierta, y con esto dejó zanjada la que podría ser una guerra de empresas que (a simple vista) Google debería ganar sin muchos problemas. “los buscadores de internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada”, fueron sus palabras. Esto demuestra la ignorancia, cierto? Es conocido que las empresas de buscadores pagan a otras empresas que a su vez tienen acuerdo con otras empresas (como Telefónica) para poder tener acceso directo a las redes.

¿Cuál será la próxima perla de el operador (casi monopólico) de telefonía en nuestro país? A este paso, mi humilde recomendación es contratar otras empresas que no tienen nada que envidiarle al grandote en cuanto a velocidad de internet se refiere. Lo mismo con el cable y los teléfonos. Y el debate continúa...

Actualización 21-02-10:

TDP se ha pronunciado respecto al #speedygate. Pueden ver la carta que enviaron en El útero de marita.